felicidad
De lo sublime a lo ridículo. Obsesionados por la belleza
Cuando piensas que lo has visto todo, siempre viene una sorpresa para demostrarte que estás equivocado. La primera […]
Cuando alguien que admiramos se marcha de esta vida terrenal, no podemos imaginar la tristeza que puede causar a nuestro corazón. Con este actor aprendí a reír, a ver el lado divertido de la vida, a través de todas sus actuaciones pude verlo ser el bueno, el cómico, el padre, el doctor, el robot, el villano, el alíen, el cómico, el dramaturgo, actuales, del futuro. Aprendí amarlo a través de la pantalla y hoy nuevamente me enseña, algo que siempre he creído, en que porque alguien sonría o se vea bien físicamente, no quiere decir que dentro este todo bien, solo tú sabes el camino elegido o que en realidad pudo pasar para que te marcharas a destiempo. Hoy te despido con cariño, con lagrimas en los ojos te extrañare, y con este poema que es uno de mis favoritos, te digo bye Robin. #RIPRobinWilliams
Recuerdo siempre en mi infancia sentir entrañable lastima por los malos de las tiras cómicas, o de los muñequitos, me sentía frustrada con el Correcaminos y miraba al Coyote como la verdadera victima en manos de ese horroroso pajarraco con suerte, que lograba salir airoso en cada episodio, creo que en ese momento empecé a generar mi teoría de los buenos solo lo son en la etiqueta.